domingo, 28 de junio de 2009

Vándalos, ¡deteneos!

Arnaldo Clavel Carmenaty

Nuevamente la barbarie amenaza a la civilización. Las hordas de la oligarquía se han lanzado contra la democracia en la hermana república de Honduras. La libertad ha sido tomada por asalto.

¿La causa? El gobierno de ese país encabezado por el presidente Manuel Zelaya, elegido democráticamente (al estilo occidental, democracia representativa), ha tratado de hacer una consulta al pueblo. ¿Será que esos modelos democráticos son antipopulares?

Realmente absurdo y ridículo parece el actuar de la oligarquía hondureña. Están tratando de evitar que un presidente que ha adoptado medidas a favor de las masas oprimidas pueda ser reelegido para otro mandato.

Pero, además, están tratando de cortar las alas a la unión de los pueblos de Latinoamérica. Zelaya integró a Honduras a la comunidad del ALBA, junto a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y otras pequeñas naciones del Caribe.

Eso es algo que los amos del mundo no pueden aceptar, que los pueblos de América se unan para combatir la pobreza, el hambre, el analfabetismo, la insalubridad, la exclusión…

Los poderosos ricos de cualquier lugar del mundo no quieren que los pobres se emancipen, llámense Honduras, Bolivia, Haití, África o como sea. La rebelión contra el actual orden económico social en el mundo está prohibida porque los ricos no la desean.

Pero afortunadamente, los pobres somos mayoría, y podemos, si queremos, ponerle freno a los bárbaros, que aunque no han enseñado todavía en Honduras su feo rostro, ya a muchos los conocemos con sus manos ensangrentadas y sus patas peludas, mostradas durante más de cien años de golpes militares en nuestras tierras de América.

Hombres y mujeres honestos del mundo, no permitamos más atropellos contra la especie humana. Lo que hoy sucede en Honduras puede suceder mañana en cualquier lugar del mundo, o mejor dicho: “…en cualquier oscuro lugar del mundo…”, donde los grandes intereses de la oligarquía mundial se vea amenazada.